Tu pecho es como dos lunas llenas.
Dos capullos llenos.
Al final de tu pelo rizado, oigo a mi corazón sollozar por tu amor.
Soy tan miserable en mi deseo.
Te miro a los ojos, sediento de amor.
En esos dos claros manantiales tuyos.
Y eres tan joven y pura de alma.
Es mucho para ti darme aunque sea un día.
Un perdedor no tiene nada que darte.
Un mendigo seguiría siendo indigno de tu amor.
Y si esa palabra saliera de tus labios, ¿qué haría yo?
¿Tocaría esas dos lunas llenas?
No, mi corazón no dejaría de sollozar ni siquiera entonces.
Nastasimir Franovic
This poem has not been translated into any other language yet.
I would like to translate this poem